Sudoración excesiva o Hiperhidroxis

La hiperhidroxis o el sudor palmar, axilar, facial, plantar; es una disfunción que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una afección en la que una persona suda de manera desproporcionada e impredecible, incluso en condiciones de temperatura normal. Este aumento de la sudoración se debe a un incremento en la actividad de las glándulas sudoríparas, lo que puede afectar áreas específicas del cuerpo. Las personas que sufren esta disfunción tienen molestias constantes.

Uno de los problemas es que muchos pacientes desconocen que es una disfunción o problema de salud. La mayoría de las personas lo atribuyen a problemas psicológicos o de ansiedad, cuando en realidad hay una causa física y perfectamente tratable. Afecta a aproximadamente el 1% de las personas y puede ser hereditario.

La hiperhidrosis puede estar acompañada de varios síntomas, que pueden variar en función de la gravedad de la condición y de las áreas del cuerpo afectadas. Algunos de los síntomas y efectos asociados incluyen:

1. Sudoración excesiva: La característica más evidente es la sudoración que ocurre de manera desproporcionada en ciertas áreas, como las manos, pies, axilas y rostro.
2. Olor corporal: La sudoración excesiva puede contribuir a un mayor riesgo de mal olor corporal debido a la proliferación de bacterias en la piel.
3. Incomodidad física: La sudoración exagerada puede causar incomodidad y molestias físicas, especialmente en situaciones de calor o estrés.
4. Problemas psicológicos: Muchas personas con hiperhidrosis pueden experimentar ansiedad, vergüenza o baja autoestima debido a su condición, lo que puede afectar su calidad de vida social y emocional.
5. Problemas con la piel: La sudoración excesiva puede dar lugar a irritaciones cutáneas, dermatitis o infecciones fúngicas, especialmente en áreas donde la piel se roza o permanece húmeda.
6. Dificultad en las actividades diarias: Las personas pueden tener dificultades para realizar tareas cotidianas debido a la incomodidad de tener las manos húmedas o sudorosas.

Si alguien experimenta estos síntomas y sospecha de hiperhidrosis, es recomendable que consulte a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y discutir posibles tratamientos.

La toxina botulínica es la única alternativa no quirúrgica para combatir la hiperhidrosis y consiste en la infiltración de este componente que puede bloquear los nervios que provocan la sudoración en áreas específicas, como las axilas, las manos o los pies

La duración del tratamiento oscila entre 30-50 minutos y el paciente puede reanudar su actividad normal inmediatamente después del tratamiento.

El efecto del tratamiento comienza a ser evidente en las primeras 48 a 72 horas completándose al cabo de 10 a 14 días y tiene una duración aproximada de 6 meses.